Ha pasado más de un año en que esta pandemia del COVID -19 nos cambió la vida a todos. La salud de todos ha sido amenazada. La mayoría de las familias han tenido un familiar enfermo o incluso lo han perdido repentinamente a sus seres queridos, sin incluso poder despedirse. Sin embargo, no todo ha sido malas noticias. En medio de estas circunstancias los venezolanos hemos tenido un momento esperanzador al saber la noticia de beatificación del primer laico en subir a los altares nacido en las tierras andinas, el Dr. José Gregorio Hernández.
Esta noticia cargada de alegría y fervor ha transcendido las fronteras del país. Allí donde hay un venezolano también va la fe y devoción al médico de los pobres y su testimonio y ejemplo de vida sigue arrastrando a tantas personas a querer hacer el bien cuidando de los más necesitados como él mismo lo hizo.
En España, la madre patria para el pueblo venezolano, no podía estar ajeno a este acontecimiento. La vida y santidad de José Gregorio se empieza a difundir de diversas maneras. De modo especial en Madrid hemos tenido la oportunidad de celebrar en dos ocasiones este gran momento. La primera fue celebrada el 13 de marzo del 2020 por el Cardenal Baltazar Porras arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas en la parroquia San Antonio de Padua de Cuatro Caminos en Madrid. La segunda ceremonia tuvo lugar en la parroquia Santísimo Cristo de las Victorias que con tanto cariño en la persona de su párroco el padre Alfredo Jiménez y su comunidad hicieron posible que esta eucaristía fuera presidida por el Cardenal D. Carlos Osoro arzobispo de Madrid.
Estas dos celebraciones han sido organizadas en Madrid por la “Asociación Una Mirada Hacia Venezuela” organización sin fines de lucro que nació a finales del 2020 con el fin de ayudar a los más necesitados en Venezuela. Ha sido un camino iniciado con ilusión y entusiasmo compartido por un grupo de personas movidas por la sensibilidad y el cariño por el pueblo venezolano que tanto está sufriendo en estos momentos.
La figura de José Gregorio Hernández en estos momentos nos inspira a dar lo mejor como personas y como asociación en bien de aquellos que más necesitan el cuidado y la cercanía.
El médico de los pobres fue un hombre apasionado por su formación humana y espiritual. Su fe lo llevó a ser hombre generoso en medio del sufrimiento que vivió Venezuela en las primeras décadas del siglo XX.
Hoy la mejor forma de rendirle homenaje al nuevo beato venezolano es seguir su estela, su testimonio de vida. En la crisis humanitaria que vive Venezuela y agravada por la pandemia del Covid-19 debemos sumar esfuerzos, pues cada granito de arena ayuda a que otros tengan una vida más digna y saludable.